La proximidad de las fiestas navideñas nos pone sobre
aviso acerca del aumento de venta de animales domésticos destinados a
convertirse en regalo. Unos presentes que se destinan, en ocasiones a
niños carentes de experiencia en su mantenimiento y aún no
suficientemente responsables. No son juguetes, y este año también WWF,
antes Adena, nos lo recuerda a través de una campaña que trata de
llamar la atención sobre la venta de mascotas, no siempre adecuadas, a
través del canal Internet.
No a la compra compulsiva
La adquisición de un animal de compañía no debe ser nunca
una decisión precipitada y sin el previo consenso de todos los miembros
de la familia con la que vaya a convivir. La compra compulsiva,
generalmente producto de un encuentro repentino con los encantos de un
cachorro, es el primer paso en el camino que conduce al drama de un
animal abandonado.
La normativa que prohíbe la exhibición de animales en los
escaparates de las tiendas especializadas ha sido una medida eficaz y
llena de lógica, y hay que agradecer a la mayor parte de los
comerciantes el escrúpulo con que la cumplen. Ellos son los primeros
perjudicados si tras el impacto inicial de la venta se suceden las
reclamaciones o los intentos de devolución del animal. Los beneficios
comerciales son mucho más sanos cuando se consiguen, no por la venta de
una mascota, sino por la de sus productos de manutención y
mantenimiento, así como por los servicios complementarios integrados en
el negocio.
Si un solo miembro de la familia no está de acuerdo con la
llegada a casa del animal en cuestión, seguramente la historia terminará
de manera desagradable. Tampoco hay que dejar que sean los niños
quienes tomen el mando en la decisión creyendo que van a tener un nuevo
juguete. Es necesario que sean conscientes de la responsabilidad que
adquieren, que sepan las necesidades del animal y que deben hacerse
cargo al menos de una pequeña parte de sus cuidados; también deben ser
informados de la duración de su vida, con el fin de que en el futuro
estén preparados para asumir la pérdida de su amigo.
Reflexión y consejo
Antes de adoptar o comprar un animal es necesario adquirir
un mínimo de conocimientos sobre sus cuidados y necesidades. No basta
con leer cualquier folleto o buscar información en la red. Es muy
interesante contrastar la opinión de personas que tengan animales de
compañía similares, y hasta tomar contacto con dichas mascotas para
comprobar que ningún miembro de la familia experimenta alergia a su
contacto o en su convivencia. Puede pensarse que estamos exagerando,
pero realmente estamos tomando garantías de que un error en nuestra
elección no terminará incrementando la triste relación de los animales
abandonados.
No sería excesivo visitar la consulta de un veterinario
especializado en animales de compañía para que nos aconseje sobre la
idoneidad de nuestro proyecto; a veces nos quitará la idea primitiva
para orientarnos hacia otro tipo de animales más adecuados a nuestras
circunstancias. Se dan casos de que quien quería un dogo alemán sale de
la consulta reorientado hacia un periquito o un acuario, o viceversa.
¿Disponemos de tiempo suficiente?
La mayor parte de los aspirantes a propietario de un animal
doméstico suele dar mucha importancia al espacio de que dispone: una
terraza, un jardín, un patio, un piso de grandes dimensiones… todo ello
es muy importante, pero no lo es menos calcular el tiempo de que
dispondremos para atender al animal. Si es un perro hay que jugar con
él, sacarlo tres veces al día a pasear y compartir largos ratos de grata
compañía. En este sentido los médicos suelen recordarnos que al sacar a
nuestro perro al parque o al dar juntos un largo paseo, el beneficio es
mutuo, especialmente para la forma física y el corazón del amo, que se
ve obligado a abandonar el grato sedentarismo del sillón y las
zapatillas cuando el implorante perro le lanza con la mirada y el
ladrido la indirecta de que ha llegado la hora de salir a la calle.
Otras mascotas requieren mucho menos tiempo y/o espacio. Al
final hasta una pecera puede aportar el toque vivo que muchas veces
queremos introducir en nuestro hogar, generalmente rodeado en la ciudad
por el cemento y el asfalto.
Si superamos las pruebas…
Hasta aquí estamos actuando como "abogados del diablo", pero
en muchos casos la familia supera los tests que estamos tratando de
resumir y se muestra apta para convivir con animales de compañía: en
este caso no cabe duda de que la esperan múltiples satisfacciones y de
que un animal puede alegrar la vida y hacer superar problemas y
carencias afectivas. Tampoco hay que desdeñar el carácter de "educador
ambiental" que puede ejercer un animal, si es el adecuado, para la
formación integral de un niño. No tratamos de obstaculizar la adopción
de una mascota, sino de orientar a los principiantes para evitarles
dolorosos problemas.
¿Compra o adopción?
Las protectoras españolas suelen tener sus instalaciones
abarrotadas, de manera que cuando adoptamos un animal no sólo salvamos
su vida, sino que también abrimos un hueco para que la entidad dé cobijo
a otro necesitado de protección. Una práctica ventaja de adoptar es la
orientación y cuidados previos que recibiremos por parte de la
protectora, entre los que suelen incluirse las primeras vacunas y
desparasitaciones. La mayor parte de estas asociaciones suelen entregar
los animales esterilizados. Valore esta cuestión e infórmese sobre el
particular.
La necesidad de fomentar las adopciones no debe hacernos
caer en el ataque sistemático a los criadores de animales de raza.
Criaderos legales existen en todos los países civilizados, y merecen
respeto siempre que cumplan las leyes y nos ofrezcan factura y
suficiente garantía al requerir sus servicios. Si el animal está
sometido a registro genealógico debemos solicitar el pedigrí en el mismo
momento de la compra.
Será el origen de una buena amistad
Como en la legendaria película Casablanca,
estaremos iniciando una fiel amistad que debe durar toda la vida y será
muy grata siempre que hayamos seguido las elementales normas que
tratamos de recordar y ¡atención!, nada de mascotas insólitas. WWF nos
recuerda que aún pueden verse en Internet anuncios sobre crías de
mapache o cotorras argentinas. Volvamos al inicio: ¡no son juguetes!
Miguel del Pino Luengo es biólogo y catedrático de Ciencias Naturales. Artículo de El País
2 comentarios:
cuanta razon madre mia, a veces cogemos animales xq son monos y luego no les podemos cuidar como se merecen
Me encanta este post Marta, y sobre todo no compreis adoptar, no podeis imaginar el cariño que dan esos abuelitos abandonados a su suerte porque son abuelitos, pero tienen muchisimo amor que dar y que enseñarnos. Solo pido que todas esas "personas" que abandonan a estos abuelitos, cuando ellos sean abuelos les ocurra lo mismo, los dejen desamparados, sin amor y sin nada. Y que decir de esos cachorritos tambien abandonados porque quieren una camada de su perrita y quieren uno, pero una perrita no tiene un cachorro, sino 8, 10 o 12 , tu te quedas uno y el resto????
ESTERILIZAR
Gracias Marta
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