Al día siguiente tras volver a Assuan embarcamos para iniciar el crucero por el Nilo. Ya en la tarde, vivimos una bonita experiencia cuando dimos un paseo en faluca (típico velero egipcio) durante el que pudimos admirar una panorámica del Mausoleo de Agha Khan, del Jardín Botánico y de la Isla Elefantina, situada al principio del Río Nilo, al sur, junto a la ciudad de Assuán. Es una isla que se encuentra junto a la primera catarata, que con más de 1 kilómetro de largo por casi 1 km de ancho, ofrece un paisaje encantador. La noche ya la pasamos a bordo.
Iniciamos la navegación hacia Kom Ombo. Allí visitamos su Templo dedicado a los dioses Sobek, con cabeza de cocodrilo, y Horus, con cabeza de halcón. Con el paso de los años, a la gente de este pueblo no les gustaba ser asociada a un dios que representa el mal (Sobek), por eso le agregaron otro dios, Horus, como hermano suyo y socio en el culto del templo. Cuenta la leyenda que Sobek, el hermano malvado, maquinaba contra su hermano Horus y la población al ver a su dios amado abandonar el pueblo también partió hasta dejar el pueblo completamente desierto.
Tengo que deciros que nuestro guía en el viaje, Walid, para distinguirnos como grupo cuando íbamos de visita nos puso el nombre de cocodrilos así que de vez en cuando se oía en voz alta: "por aquí cocodrilos". Walid resultó ser un guía de lo más instructivo. Había estudiado egiptología en El Cairo y controlaba mucho el tema (en el grupo había dos profesores de historia del arte que lo confirmaron) así que no se limitaba a decirnos este es el dios tal y este el dios cual sino que nos enseñaba a distinguirlos. También nos enseñó como saber si un cartucho lleva el nombre de un faraón o de un dios, a distinguir la época egipcia de la greco-romana o a saber si una estatua representaba a un dios, un faraón muerto o un faraón vivo. Incluso de vez en cuando se paraba en una fachada y nos hacía pequeños exámenes a ver si llevábamos aprendida la lección.
También deciros que tienen preparada la visita a los lugares históricos de manera que para salir tienes que pasar obligatoriamente por una zona de tiendas, en las que si te paras estás perdido porque te agobian mucho para que compres. A tal punto llegó el agobio que en un momento dado Fran gritó: ¡espartanos, auuu! Como el la película de 300 y contestamos todos a coro Auuuu y nos agrupamos y salíamos rápido de la zona.
En la noche tuvimos una fiesta folcklórica en la que todos fuimos vestidos con chilabas, la comida fue deliciosa y después hubo baile y juegos.
Continuamos el viaje hacia Edfu para visitar su Templo dedicado al Dios Horus. Es el templo mejor conservado de Egipto y el más importante después del de Karnak. Mide 137 metros de longitud por 79 de ancho y 36 de altura, y representa la típica construcción de los templos con el pilono, el patio, 2 salas hipóstilas, una cámara de ofrendas, la sala central y el santuario. Es característica la iluminación del templo, con habitaciones cada vez más pequeñas que impedían el paso de la luz gradualmente hasta llegar al oscuro santuario, que recibe la iluminación sólo desde el eje. Está rodeado de una muralla de adobe y en él los jeroglíficos están muy profundamente grabados, como si el faraón tuviese miedo de que el tiempo los borrase.
Después continuamos navegando hacia Esna para intentar llegar pronto a Luxor, que pertenecía a la antigua Tebas. Durante el viaje disfrutamos de la piscina del barco. Pasando una de las esclusas del río que permiten remontarlo tuvimos un problema en uno de los motores y tuvimos que disminuir la velocidad por lo que llegamos muy tarde pero eso nos dio la oportunidad de visitar el Templo de Luxor de noche. Luxor es una ciudad occidentalizada, limpia y moderna, nada que ver con Idfu que resulta bastante inquietante y cuyos habitantes tienen un aspecto desaliñado y sucio
El templo de Luxor, fue realizado durante el Imperio Nuevo y estaba unido al templo de Karnak mediante una avenida flanqueada por esfinges que cuando llegabas a Karnak se transformaban en carneros. Fue construido por dos faraones fundamentalmente, Amenothep III (construyó la zona interior) y Ramses II, que finalizó el templo. También otros faraones contribuyeron al embellecimiento del recinto con decoraciones, construcciones menores, bajorrelieves y otros cambios, como Akhenaton, Tutankamon e incluso Alejandro Magno que de esa forma intentaba ganarse el cariño de los egipcios. Se trata del único templo que posee monumentos de las eras faraónica, grecorromana, copta y musulmana.
En su entrada hay estatuas sedentes de Ramsés II y el templo tenía dos grandes obeliscos, situados a cada lado de la puerta de entrada (uno fue trasladado y erigido en la Plaza de la Concordia de París en 1833), y dos grandes estatuas sedentes, ante los pilonos, del monarca Ramsés II.
El patio es enorme, con una zona de columnas, atrio, sala hipóstila, salas de Mut (diosa madre y diosa del cielo), Jonsu (dios de la luna protector de los enfermos), y Amón o Amón-Ra (símbolo del poder creador), juntos los tres formaban la tríada protectora de Tebas, también una cámara del nacimiento o Mamissi, sala de ofrendas, vestíbulo, santuario de la barca y varios santuarios.
En la zona nordeste del primer patio se construyó siglos atrás una pequeña mezquita cuando el templo estaba cubierto por las arenas y que aún se utiliza en la actualidad, perpetuándose el carácter religioso del lugar. Cuando el templo fue descubierto se le tuvo que abrir una nueva puerta ya que la antigua quedó a varios metros de altura.
En la noche nos ofrecieron un espectáculo con una bailarina de danza del vientre y la danza de un derviche girador, llamado así porque tienen una ceremonia de danza-meditación, llamada Sema, que consiste en una danza masculina acompañada por música de flauta y tambores. Los bailarines, giran sobre sí mismos con los brazos extendidos, simbolizando "la ascendencia espiritual hacía la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego".
Hasta dentro de unos días no puedo poneros fotos de estos lugares salvo una vista nocturna desde el barco ya que Fran se ha llevado la cámara antes de que las descargara. Un poco de paciencia amigos y, mientras tanto, a usar la imaginación. Mañana, el Valle de los Reyes.
Iniciamos la navegación hacia Kom Ombo. Allí visitamos su Templo dedicado a los dioses Sobek, con cabeza de cocodrilo, y Horus, con cabeza de halcón. Con el paso de los años, a la gente de este pueblo no les gustaba ser asociada a un dios que representa el mal (Sobek), por eso le agregaron otro dios, Horus, como hermano suyo y socio en el culto del templo. Cuenta la leyenda que Sobek, el hermano malvado, maquinaba contra su hermano Horus y la población al ver a su dios amado abandonar el pueblo también partió hasta dejar el pueblo completamente desierto.
Tengo que deciros que nuestro guía en el viaje, Walid, para distinguirnos como grupo cuando íbamos de visita nos puso el nombre de cocodrilos así que de vez en cuando se oía en voz alta: "por aquí cocodrilos". Walid resultó ser un guía de lo más instructivo. Había estudiado egiptología en El Cairo y controlaba mucho el tema (en el grupo había dos profesores de historia del arte que lo confirmaron) así que no se limitaba a decirnos este es el dios tal y este el dios cual sino que nos enseñaba a distinguirlos. También nos enseñó como saber si un cartucho lleva el nombre de un faraón o de un dios, a distinguir la época egipcia de la greco-romana o a saber si una estatua representaba a un dios, un faraón muerto o un faraón vivo. Incluso de vez en cuando se paraba en una fachada y nos hacía pequeños exámenes a ver si llevábamos aprendida la lección.
También deciros que tienen preparada la visita a los lugares históricos de manera que para salir tienes que pasar obligatoriamente por una zona de tiendas, en las que si te paras estás perdido porque te agobian mucho para que compres. A tal punto llegó el agobio que en un momento dado Fran gritó: ¡espartanos, auuu! Como el la película de 300 y contestamos todos a coro Auuuu y nos agrupamos y salíamos rápido de la zona.
En la noche tuvimos una fiesta folcklórica en la que todos fuimos vestidos con chilabas, la comida fue deliciosa y después hubo baile y juegos.
Continuamos el viaje hacia Edfu para visitar su Templo dedicado al Dios Horus. Es el templo mejor conservado de Egipto y el más importante después del de Karnak. Mide 137 metros de longitud por 79 de ancho y 36 de altura, y representa la típica construcción de los templos con el pilono, el patio, 2 salas hipóstilas, una cámara de ofrendas, la sala central y el santuario. Es característica la iluminación del templo, con habitaciones cada vez más pequeñas que impedían el paso de la luz gradualmente hasta llegar al oscuro santuario, que recibe la iluminación sólo desde el eje. Está rodeado de una muralla de adobe y en él los jeroglíficos están muy profundamente grabados, como si el faraón tuviese miedo de que el tiempo los borrase.
Después continuamos navegando hacia Esna para intentar llegar pronto a Luxor, que pertenecía a la antigua Tebas. Durante el viaje disfrutamos de la piscina del barco. Pasando una de las esclusas del río que permiten remontarlo tuvimos un problema en uno de los motores y tuvimos que disminuir la velocidad por lo que llegamos muy tarde pero eso nos dio la oportunidad de visitar el Templo de Luxor de noche. Luxor es una ciudad occidentalizada, limpia y moderna, nada que ver con Idfu que resulta bastante inquietante y cuyos habitantes tienen un aspecto desaliñado y sucio
El templo de Luxor, fue realizado durante el Imperio Nuevo y estaba unido al templo de Karnak mediante una avenida flanqueada por esfinges que cuando llegabas a Karnak se transformaban en carneros. Fue construido por dos faraones fundamentalmente, Amenothep III (construyó la zona interior) y Ramses II, que finalizó el templo. También otros faraones contribuyeron al embellecimiento del recinto con decoraciones, construcciones menores, bajorrelieves y otros cambios, como Akhenaton, Tutankamon e incluso Alejandro Magno que de esa forma intentaba ganarse el cariño de los egipcios. Se trata del único templo que posee monumentos de las eras faraónica, grecorromana, copta y musulmana.
En su entrada hay estatuas sedentes de Ramsés II y el templo tenía dos grandes obeliscos, situados a cada lado de la puerta de entrada (uno fue trasladado y erigido en la Plaza de la Concordia de París en 1833), y dos grandes estatuas sedentes, ante los pilonos, del monarca Ramsés II.
El patio es enorme, con una zona de columnas, atrio, sala hipóstila, salas de Mut (diosa madre y diosa del cielo), Jonsu (dios de la luna protector de los enfermos), y Amón o Amón-Ra (símbolo del poder creador), juntos los tres formaban la tríada protectora de Tebas, también una cámara del nacimiento o Mamissi, sala de ofrendas, vestíbulo, santuario de la barca y varios santuarios.
En la zona nordeste del primer patio se construyó siglos atrás una pequeña mezquita cuando el templo estaba cubierto por las arenas y que aún se utiliza en la actualidad, perpetuándose el carácter religioso del lugar. Cuando el templo fue descubierto se le tuvo que abrir una nueva puerta ya que la antigua quedó a varios metros de altura.
En la noche nos ofrecieron un espectáculo con una bailarina de danza del vientre y la danza de un derviche girador, llamado así porque tienen una ceremonia de danza-meditación, llamada Sema, que consiste en una danza masculina acompañada por música de flauta y tambores. Los bailarines, giran sobre sí mismos con los brazos extendidos, simbolizando "la ascendencia espiritual hacía la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego".
Hasta dentro de unos días no puedo poneros fotos de estos lugares salvo una vista nocturna desde el barco ya que Fran se ha llevado la cámara antes de que las descargara. Un poco de paciencia amigos y, mientras tanto, a usar la imaginación. Mañana, el Valle de los Reyes.
3 comentarios:
madre mia que envidia Marta y que bien lo cuentas todo un viaje de ensueño felicidades
suena todo maravilloso,, como transportarse en el tiempo para atisbar los secretos mas antiguos de la humanidad!! esperamos las fotitos! besos
joer, espero que tengas una guia para acordarte de todo, porque con tantos datos ya tendría la cabeza atolondrada.
Por cierto, sigo agonizando de envidiaaaa!!!!
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