Dakar, enorme ciudad con barrios heterogéneos cuyos límites son fáciles de distinguir. En los mejores barrios las aceras están más arregladas, se ven buenos coches y personas que los limpian, guardas de seguridad y no hay mendigos. En otros barrios las calles están hechas un desastre, hay gente por el suelo y todo parece más gris. Entre ambos hay una gran gama, barrios comerciales abarrotados de tiendas de artesanía, barrios donde comprar carne y fruta, la zona financiera, ...
Aquí es donde más mendigos he visto aunque también los encontré en gasolineras o en lugares en los que hay gran concentración de gente. Hay distintos tipos de mendigos: por un lado, los ínvalidos que suelen situarse en las aceras en pequeños grupos esperando que un coche pare, por otro los talib, niños desde 4 a 13 años calculo que con una lata de plástico te piden insistentemente. Me explican que estos niños son entregados por los padres a los marabouts (líderes religiosos) para que les enseñen el Corán pero que éstos, supuestamente para endurecerles, les dan la lata y les dicen que no pueden regresar a la casa hasta que no traigan determinada cantidad de dinero.
Sobre la zona "europea" os hablé el otro día así que hoy os hablaré de dos mercados, el de Tilene y Sandaga. Tilene es como un laberinto de callejuelas techadas en las que el calor es asfixiante, venden verdura, fruta, carne, joyas y en su parte exterior ropa, artículos de belleza, etc. El olor es muy fuerte y la estrechez bastante agobiante.
Me gustó mucho más Sandaga. Este es el mercado más animado, colorido, caótico, grande y atestado de
productos y gente de todo Dakar. Los puestos de venta han desbordado el
edificio que lo contiene, llenándose las calles laterales de vendedores
ambulantes. Puedes encontrar de todo, artesanía en madera, con conchas, bolsos, ropa, pelo(aquí se utilizan mucho las pelucas, postizos y extensiones), zapatos, lo que se os pueda ocurrir y si no lo hay y preguntas descuida que te lo consiguen, eso si, para todo tienes que regatear mucho. Es una costumbre, la diferencia está en que a un local sólo le pedirán 3 veces su precio pero a un turista llegarán a pedirle diez veces su valor. Comprar cualquier cosa resulta agotador.
También es un lugar con mucha vida nocturna, cafeterías, clubes, discotecas,...sobre todo en la zona cercana de la playa. Hay muchas mezquitas pero también iglesias y una catedral. Aquí hay una gran tolerancia religiosa.
Supongo que de todos los lugares que he visto es el más impersonal, eso pasa siempre en las grandes ciudades. Lo mejor de él la familia Diallo en cuya casa me alojé y que me trataron con mucho cariño. También tuve la visita de Mami, una joven estudiante de medicina que estudia también español y con la que mantengo contacto a través del facebook. Es una chica esbelta, dulce, de sonrisa franca. Le gustaría venir a estudiar a España pero es tan difícil...Aquí os dejo su foto en la que aparecemos las dos junto a su madre.
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