Conexiones más lentas, páginas que no cargan, la señal de la radio
online que se interrumpe justo cuando nuestro equipo va a marcar el gol
de la victoria. Puede que sea un problema técnico, pero también puede
que alguien nos esté robando el WiFi. Un 12,5% de los usuarios deja su
red desprotegida y/o desconoce su estado, y casi un 26% ignora con qué
sistema está asegurada, según el último Estudio sobre la Ciberseguridad y
Confianza de los hogares españoles, realizado por el Observatorio
Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información
(ONTSI) y el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
Los
expertos de seguridad informática advierten que las redes Wi-fi
disponibles en espacios públicos son un blanco fácil para los
ciberdelincuentes, ya que muchas veces tienen una seguridad muy débil.
Para defendernos, debemos eliminar el historial de las redes a las que
nos conectamos. “Hay que tener el menor número posible de redes
almacenadas, porque los atacantes las conocen y podrían suplantarlas. Se
suelen poder borrar desde la pantalla de configuración”, explica Raul
Siles, analista en Dinosec.
La
Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) sugiere también que evitemos
comprar online e intercambiar datos sensibles a través de conexiones
abiertas. Además, nos invita a comprobar que la señal a la que nos
vayamos a conectar sea la oficial del lugar en el que estemos, a
mantener nuestros dispositivos actualizados e intentar conectarnos a
páginas provistas de certificado de seguridad.
Víctor
Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, advierte que la
cuestión va más allá de la molestia causada por tener una conexión más
lenta. “El problema surge cuando los hackers convierten tu ordenador en
un PC zombi: toman el control de tu dispositivo para hacer phishing,
generar spam o cometer cualquier otro tipo de delito con nuestra
dirección IP”, asegura.
El
robo del WiFi representa una falta administrativa penada con una
sanción pecuniaria solo cuando supera los 400 euros de facturación,
explica Jorge Oria del despacho Abril Abogados. Sin embargo, si la
conexión se usa cómo vehículo para cometer crímenes —sustraer números de
tarjetas de crédito, suplantar la identidad o descargar pornografía
infantil, por ejemplo—, el Código Penal prevé penas de reclusión de
entre seis meses y tres años. Lo peor, explica Oria, es que se trata de
circunstancias difíciles de detectar: “Generalmente lo descubrimos solo
cuando nos vienen a detener”.
Por
todas estas razones es recomendable tener bajo control nuestra
conexión, así como reforzar su seguridad para evitar sorpresas.
1. Cómo descubrir al intruso
Una
conexión más lenta es solo una de las señales que nos deben de hacer
saltar las alarmas. Marcos Gómez, subdirector de operaciones de INCIBE,
explica que otro indicio nos lo dan los errores al cargar páginas con
una alta disponibilidad de servicios, como Google. “Además, si no tienes
ningún dispositivo conectado y el router parpadea mucho, preocúpate”,
alerta.
Herramientas
gratuitas online. Para descubrir si alguien más está utilizando nuestra
señal, Víctor Domingo aconseja rastrear nuestra red a través de una
serie de softwares gratuitos. Existen métodos específicos para Microsoft
Windows (Wireless Network Watcher o Microsoft Network Monitor), así
como para Apple (Mac OS X Hints) y dispositivos móviles o Android (Fing,
Network Discovery, Net Scan) e iOS (Fing, IP Network Scanner, iNet). La
desventaja de estas herramientas es que detectan solo los equipos que
están conectados a nuestra red en el preciso instante en el que
realizamos la verificación.
Accede
al registro del router. Para acceder a la interfaz de administración
del router, hay que teclear su dirección IP en la barra del navegador.
Esta —normalmente 192.168.1.1— se encuentra en la información
proporcionada por el fabricante; en alternativa la podemos averiguar
dándole al botón inicio y tecleando cmd en el espacio donde aparece la
lupa. En el recuadro que se abre, introducimos el comando ipconfig /all y
después intro. Los números que se corresponden a la voz puerta de
enlace predeterminada son la dirección IP de nuestro router. En un
dispositivo Apple, en la lupa digitaremos la palabra terminal y luego
netstat –r. La dirección aparecerá bajo la voz gateway. Llegados a este
punto, copiamos la dirección en la barra del navegador. Se abrirá la
interfaz de configuración del router. El nombre de usuario y contraseña
suelen estar apuntados en el manual del router o en la pegatina que está
debajo de ello. Si no los encontramos, podemos buscarlos en las páginas
que los recopilan según la marca y modelo del router.
Ahora
viene el momento de buscar el historial de los dispositivos que se
hayan conectados a nuestro Wi-Fi. Lo encontraremos, generalmente, en el
apartado DHCP o en el registro de los equipos asociados a la red. Ya que
la IP de nuestros aparatos puede cambiar, hay que identificar al
intruso a través de la dirección MAC, es decir, la dirección física de
cada dispositivo. Este número, de 12 caracteres entre cifras y letras,
ya nos ha aparecido anteriormente al ejecutar el comando ipconfig /all
bajo la voz dirección física —para que aparezca en Apple, tras digitar
netstat –r, tendremos que escribir ifconfig seguido por el nombre de la
tarjeta asociada (que aparece bajo la voz netif) y buscar el número
asociado a la palabra ether—. Otra forma para averiguar este código,
tanto en ordenadores como en móviles y tabletas, es entrando a las
opciones avanzadas de las propiedades de la tarjeta de red.
2. Fortalece la seguridad de tu conexión
Cambia
el nombre y la contraseña de la red. Raul Siles, exalumno de la Escuela
Técnica Superior de Ingenieros Informáticos y fundador de la empresa de
seguridad informática Dinosec, sugiere que cambiemos el nombre de
nuestra red (SSID) —por defecto proporcionado por el fabricante—, así
como su contraseña. “En lugar de una palabra, es mejor una frase
superior a los 20 caracteres. Por ejemplo:
estaeslaclavedeseguridaddemicasa. Será más difícil de averiguar y más
fácil que nos acordemos de ella”, sugiere. Para aumentar aún más la
seguridad, Siles aconseja modificar también la contraseña de acceso a la
interfaz de administración del router.
Refuerza
el protocolo de seguridad. El mejor sistema para proteger nuestra red
doméstica es el protocolo WPA2-PSK, recomienda Siles. “Éste se
selecciona en la interfaz del router. Si la configuración nos permite
modificar también el encriptado, tenemos que elegir la opción AES”,
añade.
Usa
el filtro MAC. La empresa de seguridad informática Kaspersky aconseja
incluir en el panel de administración del router las direcciones MAC de
nuestros dispositivos, de modo que sean los únicos “autorizados” a
conectarse a la red. El inconveniente de este sistema es que tendremos
que cambiar la configuración del aparato todas las veces que tengamos
que conectar un nuevo dispositivo, por ejemplo cuando algún huésped nos
pida utilizar nuestra señal.
Inhabilita
la administración remota y oculta tu red. Marcos Gómez, de INCIBE,
sugiere modificar la configuración del router para que podamos acceder a
su interfaz solo a través del cable LAN y no por red inalámbrica. Antes
habrá que averiguar si nuestros dispositivos tienen puerto de acceso
para el cable, ya que las tabletas y algunos modelos de portátiles no
disponen de ello. “También puedes elegir ocultar tu router, para que
nadie lo vea”, añade Gómez: “Y, si te vas de vacaciones, apágalo, por si
hay algún listo que quiere aprovechar de que te has ido para hacer lo
que quiera”.
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