CLUB DE COTORRAS

.

.
Los inicios en una relación son siempre explosivos. Deseo, necesidad inminente de ver a la pareja… Con el tiempo dejamos de sentirlo de la misma forma. ¿Es normal o es la relación que falla?

Cuando hablamos de pasión podemos hacer referencia a muchas cosas. Si decimos que una persona es apasionada la solemos ver como una persona que se deja llevar por sus emociones; También entendemos una pasión como algo que nos motiva mucho y, por supuesto, hablamos de pasión en la pareja cuando el deseo sexual es evidente.
El problema que surge hoy en día es la cantidad de parejas que se rompen porque entienden que esa pasión o ese deseo sexual ya no es lo que era antes, es decir, el de los inicios. Teniendo en cuenta que siempre que deseamos algo suele ser novedoso y que no tenemos, apañados vamos si esperamos que esa novedad se mantenga por sí sola en el tiempo tras múltiples interacciones.
Mirando la definición de pasión según la RAE (Real Academia Española) nos encontramos con que una de sus acepciones es “perturbación o afecto desordenado del ánimo”.  Personalmente siempre me ha parecido un acierto definir el enamoramiento como una “enfermedad mental transitoria”, porque la realidad es que nuestros sentidos están nublados, estamos obsesionados con el objeto de deseo, tenemos unas subidas y bajadas emocionales dignas de estudio y una euforia que cualquiera diría que estamos consumiendo algún tipo de droga. Y, en cierta medida, lo estamos haciendo.
Si tiramos de los neurocientíficos y sus estudios descubriremos que las personas segregamos sustancias muy particulares cuando nos enamoramos, pero también nos dirán que éstas solo durarán de 12 a 18 meses según unos y de 2 a 4 años según los más optimistas. ¿La conclusión? Si lo que queremos es estar siempre guiados por esa sensación de “mariposas en el estómago” deberíamos cambiar de objeto de deseo (vamos, de pareja) cada 4 años… ¡Bomba!
Ahora muchas personas que leáis esto arquearéis una ceja y pensaréis “pero Marta, si yo llevo 10 años con mi pareja y estamos fenomenal”. Y claro que sí, ¿por qué no? No hagamos caso sólo a la química porque somos mucho más que eso, ¿a que sí?
Yo siempre planteo el mismo ejemplo: cuando estamos tristes se segregan determinadas hormonas y se hacen unas conexiones cerebrales particulares… Entonces, ¿estamos tristes porque nuestro cerebro ha hecho eso? O, por el contrario, ¿como estamos tristes nuestro cerebro ha hecho eso? La respuesta es relativamente sencilla: las dos opciones son correctas.
Sí, evidentemente, va a llegar un día en el que no sienta que “muero” cuando te vas (¡menos mal!) y no me dé un vuelco el corazón al verte ahí. En ese punto es cuando empieza lo que conocemos como amor.
¿Y el amor y la pasión son contradictorios? ¿Acaso el deseo se va a acabar cuando te quiera? No, claro que no. Eso sí, llegan momentos de trabajarse el asunto, de comprender que esa idea maravillosa que se nos ha vendido de que todo siempre va a surgir y va a ser 100% espontáneo no es más que una patraña y que, muchas veces, el deseo vamos a tener que buscarlo, alimentarlo y cuidarlo.
Hay que tener en cuenta que el sexo no es una necesidad primaria como lo puede ser comer o dormir y eso es fácil verlo: si no comes o si no duermes te vas directa a estirar la pata. Sin embargo, si no tienes sexo la parca no viene a por ti, por lo que es normal que el deseo sexual se vea desplazado por otras cosas. Pero el truco es no dejar que eso suceda. ¿Verdad que no siempre que duermes es porque tengas sueño? A veces simplemente te metes en la cama a dormir porque es tarde y a la mañana siguiente toca despertarse pronto. Pues lo mismo con el sexo, si sólo lo hacemos cuando surja y llevamos tiempo en pareja, etc., a veces podemos morir esperando…
Por eso mi propuesta es que nos quedemos con la definición de pasión unida a la motivación y que no dejemos que sólo sean el cuerpo y sus impulsos más básicos los que nos guíen, sino nosotras con nuestras ganas e ilusiones.
Estimulemos nuestra existencia, transformemos esa “enfermedad mental transitoria” en una “emoción crónica” y hagamos de la pasión nuestro modo de vida.

0 comentarios:

Publicar un comentario