CLUB DE COTORRAS

.

.
El plante acabó con los enfrentamientos en la isla de Mindanao que se producen desde 1970

Manila (Filipinas).- Un grupo de mujeres de una zona de Filipinas castigada por la violencia ha recurrido a su propia y, a tenor de los resultados, infalible arma para poner fin a los combates: una 'huelga sexual'. En concreto, las mujeres han desatendido voluntariamente el apetito sexual de sus maridos hasta que estos se han comprometido finalmente a dejar de luchar, según informa El Mundo.es.

Este particular 'plante' ayudó el pasado mes de julio a acabar con los enfrentamientos que mantenían varias aldeas de las zonas rurales de la isla de Mindanao, según ha recogido un reciente informe de la ONU del que se ha hecho eco la cadena de televisión estadounidense CNN.

Una revuelta separatista castiga la isla desde 1970. Por su culpa, desde 2008 las familias de la villa de Dado se habían visto obligadas a desplazarse.

En la actualidad, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otras organizaciones humanitarias trabajan para reconstruir dicha comunidad.

Precisamente en una cooperativa de costureras patrocinada por el ACNUR, las mujeres de la aldea pensaron que un buen instrumento para ayudar a reconstruir su pueblo y traer la paz sería iniciar una 'huelga sexual'.

De hecho, muchas de las mujeres participantes en la cooperativa estaban hartas de no poder entregar sus productos debido a la violencia que había cortado la carretera principal de salida de la aldea.

Medida silenciosa de las mujeres filipinas

La portavoz de ACNUR en Asia, Kitty McKinsey, ha reconocido que fue testigo de que la medida silenciosa emprendida por las mujeres funcionó. "Les dije: si no estás de acuerdo, no recibirás nada de mí", señala desde la cooperativa de costura Aninon E. Kamanza en un vídeo que recoge el informe del organismo.

Según este documento, a las pocas semanas del inicio de la huelga la carretera principal del pueblo volvió a abrirse y los combates cesaron. Las mujeres de la cooperativa de costura, junto a otros habitantes del pueblo, fueron capaces de ofrecer su mercancía y comenzar a reactivar la economía.

"Las mujeres querían que sus maridos no luchasen más y mediante el uso de sus armas de mujer fueron capaces de cumplir su deseo", ha dicho McKinsey.

El caso de Lisístrata

El concepto de 'huelga sexual' no es nuevo. La antigua obra griega 'Lisístrata' narra la historia de las mujeres que organizaron un 'plante' de esta naturaleza para poner fin a la guerra entre Atenas y Esparta.

Ya en nuestra era, en 2006, una huelga similar se inició en la ciudad colombiana de Pereira, conocida por el tráfico de drogas y los crímenes violentos. La huelga fue llevada a cabo por las esposas y novias de los miembros de una banda criminal para que cambiasen su estilo de vida y entregasen las armas. Una campaña parecida llevaron a cabo mujeres en Kenia en 2009 para protestar por la brecha que se abría en la coalición de Gobierno.

Enfrentamientos esporádicos todavía tienen lugar cerca de Dado, pero están muy localizada, ha revelado McKinsey. Con todo, la 'huelga sexual' es sólo una de los recursos que los habitantes de Mindanao están utilizando para impulsar el cambio.

"Me impresionó mucho la cantidad de personas que no aceptan limosnas", ha confesado la portavoz de ACNUR. "Todos estaban muy contentos y con ganas de salir adelante por sí mismos".
La Vanguardia

0 comentarios:

Publicar un comentario