CLUB DE COTORRAS

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Arte de seducir

El olor de la piel es el mejor afrodisíaco, pero su aroma natural se puede sublimar con unas gotas de perfume envolviéndonos en un aura sensual que potencia nuestro sex appeal. Hemos hecho la prueba…
Según investigadores de la Universidad de Berkeley, California, hay algunos compuestos químicos segregados por el hombre que son capaces de levantar el ánimo de las féminas, y ya puestos a levantar, también la libido… Pero cuando en el tren un desconocido se sienta a nuestro lado sin ápice de aromas artificiales, de forma casi inconsciente ladeamos la cabeza y arrugamos la nariz… ¿Acto reflejo? Quizás. No es extraño teniendo en cuenta que vivimos en ciudades desodorizadas. Hoy todo huele bien. Hemos perdido la noción del olor real de las cosas. Todo a nuestro alrededor huele a limón, a eucalipto o a frutas del bosque. Hasta los alimentos se aromatizan artificialmente para potenciar el deseo de compra. La cuestión es que el aroma humano nos atrae. Es ciencia. El olor corporal es como nuestra huella dactilar: es único, es nuestro carácter individual, no hay dos semejantes. Por eso dicen que con ciertas personas tenemos feeling y con otras nos repelemos. El olor de la propia piel es el mejor afrodisiaco para el sexo opuesto. Morenas, rubias o pelirrojas no huelen igual. Mientras que las de cabellos dorados evocan un sutil aroma a bosque o heno fresco, el halo de las pelirrojas libera connotaciones salvajes y animales. Es curioso que los hombres las prefieran rubias… Pero, en cuestión de perfume, ¿qué nos resulta sexy?
Pienso que no se puede escribir de lo sexy sin estar bajo los efectos del erotismo, igual que no se puede hablar de amor si nunca se ha amado. Por eso empecé a investigar y a descubrir qué sustancias aromáticas nos resultan más eróticas y empecé a embadurnarme con todas ellas para comprobar qué sensaciones me producía. Y qué reacciones causaba. Vainillas, sándalos, almizcles, cueros… Todo el arsenal aromático sexual en mis manos en pro de la experimentación. La vainilla fue la que más reacciones causó. Mientras para algunos la sensación era de rechazo "¡Puag, empalagas…!", para otros era de auténtica atracción "Mmm… qué rico hueles". Según la psicología del olor, los aromas dulzones a caramelo, vainillas o leche, nos resultan muy sexys porque nos transportan al despertar del deseo sexual en la adolescencia, son olores que incitan al deseo y perduran en la memoria (Un bois vanillé de Serge Lutens; Vanille de Mona di Orio; Absolue de Vanille de La Maison de la Vanille; Shalimar Ode à la Vanille Sur la Route du Mexique de Guerlain). Luego le tocó el turno a los orientales, los bouquets lascivos por excelencia, sus notas voluptuosas e invasoras nos perturban porque evocan calor y atracción. El pachulí, el incienso, el sándalo, el ámbar… El mejor ejemplo de todos los tiempos es Shalimar de Guerlain, una revolución olfativa por su compleja estructura en el momento de su lanzamiento (1925) y un clásico atemporal que sigue encandilando hoy en día. La clave está en su base de ámbar y sus notas animales que actúan como fijadores de la fórmula al tiempo que le aportan sensualidad. Es el ámbar el que le da esa nota tórrida, suficientemente tenaz como para dejar una sutil estela en el aire. Evoca vibraciones animales características del dulzor especiado que desprende la piel de una mujer. (Ambre Sultan de Serge Lutens; Ambre Noir de Brécourt; Ambre Fetiche de Annick Goutal; Amber Oud de by Kilian).
En esto coincide Marta Tamayo, codirectora de la perfumería nicho Le Secret du Marais, en Madrid, "Algunas notas y acordes evocan sensualidad y erotismo más que otros. Los perfumes con ámbar y los orientales son quizá los más eróticos porque nos trasladan al universo de lo sensual y misterioso, aunque cada persona tiene sus propios recuerdos y fantasías que le pueden hacer que un aroma cítrico le resulte más atractivo que un bouquet oriental". Y continúa: "Para mí el simple hecho de perfumarse ya es un acto sensual y erótico en sí mismo. Nos perfumamos como placer personal, pero también para gustar a los demás, por ello cualquier fragancia que nos pongamos ya implica un acto de seducción". Entre los que más recomiendan para seducir son APOM femme de Maison Francis Kurkdjian, Love don’t be shy de by Kilian, Musc de Mona di Orio o Molecule 01 de Escentric Molecules. "Algunos de mis favoritos por lo que evocan son Putain des Palaces de Etat Libre d’Orange, Promesse de L’aube de MDCI Parfums o Amber Oud de by Kilian. Siempre analizamos la forma de ser del cliente, sus gustos y deseos para ver con qué perfumes se funde mejor”.

A muchos les puede parecer absurdo pero lo cierto es que, aunque a escondidas, todos buscamos el elixir del amor. Algunos hasta lo encargan… "Creo perfumes personalizados, cada perfume cuesta aproximadamente lo que un vestido de alta costura, es un traje etéreo a medida de la personalidad, pero no al alcance de todas las mujeres, desgraciadamente…", comenta el perfumista Jimmy Boyd, quien nos regala una anécdota: "Recuerdo un encuentro con una dama de la alta sociedad barcelonesa. Entre confi dencias me manifestó su inquietud porque su marido no tenía sufi cientes ojos para mirar a las jovencitas de su alrededor... Le pregunté por sus relaciones íntimas y me confesó que eran escasas. La reconforté diciéndole que iba a crear para ella un perfume de entre-couche tan sexy que su marido no lo podría resistir. Estuve dos meses formulando un perfume avainillado, a la vez afrutado, un perfume que olía a Pigalle y a sus noches callejeras. Cuando le presenté el perfume su cara cambió de expresión, se le iluminó el rostro y sus ojos empezaron a brillar, síntomas inequívocos de que habíamos acertado. Dos días después me llamó para decirme que aquella noche iba a estrenar su perfume. A la mañana siguiente me llamó de nuevo desconsolada para decirme que su marido lo había rechazado… ¡A algunos hombres les pone muy nerviosos que sus mujeres sean tan sexys! Quizá por aquello del qué dirán…", comenta jocoso. "Bajo mi punto de vista, existen varias familias de olores sensuales: las vainillas mejor para mujeres de piel blanca (Mitsouko de Guerlain, ¡sensualidad al límite!), el ámbar y las especias para pieles morenas (Shalimar de Guerlain, profundo y abismal, y Opium de Yves Saint Laurent), los almizcles son muy epidérmicos, profundos (Aromatics Elixir de Clinique) y los chipres terminan teniendo una nota muy animal (el mejor para mí es Parure de Guerlain, desgraciadamente retirado del mercado). A la mujer española lo que más ‘le pone’ es el olor a limpio, a jabón. Y a los expertos, lo que más nos gusta es el olor propio de la piel femenina", concluye. Es curioso comprobar que por más que preguntes a gente de todo tipo y condición, de cualquier raza y rincón del mundo, cuál es para ellos el perfume más erótico, todos coincidan. En el top one del ranking de los más persuasivos se encuentran los orientales como Shalimar de Guerlain (el más votado). En el segundo puesto la fl or más hipnótica y atrayente: la tuberosa o nardo, y su mejor exponente Carnal Flower de Frederic Malle. No he conocido a nadie que se haya podido resistir al infl ujo de este perfume. De pronto notas como narices ajenas se posan en ti oliendo una y otra vez como en un acto obsesivo-compulsivo y no tardan en preguntar ¿qué perfume llevas? Adicción total. "Hay perfumes muy buenos con tuberosa como Fracas de Robert Piguet, el pionero, o Beyond Love de by Kilian, pero también confi eso cierta predilección por Carnal Flower", confi esa Marta Tamayo, de Le Secret du Marais. Carnal Flower tiene en su composición un porcentaje elevado de absoluto de tuberosa que se ha tratado con la intención de potenciar ese efecto de carnalidad sobre la piel. Contiene también notas lechosas, como jabonosas, que evocan la sensación del tacto.

En la otra cara de la moneda están las fragancias con moléculas sintéticas. El ganador por goleada es Molecule 01 de Escentric Molecules, uno de los perfumes más seductores. Lo que hace a Molecule 01 inquietante es la molécula Iso E Super creada por International Flavors & Fragrances Inc. (IFF), prácticamente el ingrediente único de este ejemplo de la perfumería moderna que más que seguidores, tiene auténticos fans. El poder embriagador e hipnótico de esta molécula es que se ha creado con la intención de evocar el ámbar amaderado con notas aterciopeladas, esta molécula también es la culpable de que muchos jabones y detergentes nos resulten adictivos. Su peculiaridad es que no es nada invasiva. Está diseñada para adherirse a la piel y evolucionar con ella. A veces está y otras se va, pero tiene una durabilidad de unas ocho horas. Se ha comprobado que ejerce un poderoso efecto sobre otras personas. Puro misterio. Cerrando el elenco de los aromas más libidinosos, están los almizcles.
Cuenta la leyenda que las primeras en poner de moda el aroma del almizcle fueron las cortesanas florentinas hasta el punto casi de acabar con la especie que lo produce: el almizclero hembra. Elaboraban unas pequeñas bolitas con el almizcle puro que guardaban en pequeñas bolsitas y estratégicamente las colocaban en el cabello para poder romperlas y esparcir su cautivador aroma en el momento decisivo… Lo que hace especial al almizcle –musk, en su formulación sintética–, es su salida algo balsámica y dulzona que va evolucionando hasta convertirse en una nota cremosa muy penetrante. Hay muy buenos ejemplos de perfumes con musk (Clair de Musc de Serge Lutens, Black Musk de Illuminum; Musk de Lorenzo Villoresi), de hecho es una de las notas de fondo de cualquier perfume. En algunos se percibe como nota principal, en otros, se queda camufl ada entre acordes que nos engañan en la salida pero en el fondo terminan saliendo y suscitando emociones dispares. Yo he sucumbido ante el poder de Bosque de Humiecki & Graef, un perfume after-sex. Cuando se creó, el perfumista se inspiró en el cigarrillo de después… Ese clásico de la escena amorosa que representa el colofón de lo bien hecho. Bosque despista. Su salida balsámica produce sensaciones nada libidinosas, pero según el calor de la piel va haciendo su trabajo a la hora de fusionar su propio aroma con el del perfume descubres el toque lechoso, a crema, a sábanas limpias, o usadas, pero mezcladas con secreciones pulcras. Carnal y tremendamente sexy, es un perfume sin sexo, sin género, a medio camino entre las fragancias empolvadas femeninas y las herbáceas masculinas. Todo un descubrimiento. Y por último, los inciensos. Esta resina despista y sorprende, puede refl ejar un lado salvaje y efervescente o religioso e introspectivo. Dentro de los inciensos más profundos podemos destacar Tumultu Eau Trouble de Liquides Imaginaires, de entrada llama la atención el color blanquecino de su jugo, como una emanación vaporosa que invita a abandonarse... Dicen que el perfumista la dotó de un fuerte poder emocional, esotérico y erótico, como una invitación a dejarse llevar, a darse un baño caliente, a desnudarse... Toda una declaración de intenciones.

MANUAL DE USO
La piel es el mejor soporte del perfume porque éste necesita su calor para evolucionar y cumplir su cometido. La fragancia se funde mediante una alquimia misteriosa que se une al propio olor corporal revelando aromas únicos. ¿Cómo sacarle mayor partido? Todos de forma casi mecánica e impulsiva vaporizamos detrás de las orejas y en las muñecas, bien hecho, pero hay otros puntos calientes que potencian tanto el olor como la duración del perfume. No hay nada más erótico que la escena en la que Marilyn se echa unas gotas de su inseparable Chanel nº 5 en la delgada línea que recorre la base del cuello y el inicio del canalillo. Las zonas donde palpita la sangre son clave para la evolución de un perfume, mucho mejor las que a su vez estén húmedas y cálidas: nuca, cuello, sienes, senos, ingles, tobillos… Otras zonas donde las moléculas olorosas se potencian son los hoyuelos de los riñones, el ombligo y los pliegues internos de codos y rodillas. Otras formas de perpetuar la estela olfativa: vaporizar el perfume sobre la raíz del cabello o sobre las puntas si es largo; verter unas gotas de nuestro perfume favorito en el último aclarado de nuestra ropa interior o utilizar un perfume de lencería (Eau de Lingerie o La Petite Robe Noir Mon Eau de Lingerie, ambas de Guerlain). Absolutamente prohibido: vaporizar sobre la ropa. Los tejidos sintéticos desvirtúan la fragancia. 
Tomado de www.harpersbazaar.es/articulo/8117/arte-de-seducir

3 comentarios:

eva dijo...

Yo uso Chanel, ALLURE, y la verdad es que cuando alguna vez cambio siento que no soy yo.
Aunque uses perfume para agradar a los demás es imprescindible que te sientas identificada y a gusto con el aroma

Gadita dijo...

Uno de los perfumes de los que hablan cuesta 250 pavos un frasquito de 50 ml, casi ná con la que está cayendo...

Unknown dijo...

yo soy fiel a 2 :the one y ralph y me pasa como a eva, sino no las llevo como q no soy yo misma.nos volvemos esclavas hasta d un olor...como somos jajajajajaja

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