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Las pajilleras de caridad (como se las empezó a denominar en toda la península) eran mujeres que, sin importar su aspecto físico o edad, prestaban consuelo con maniobras de masturbación a los numerosos soldados heridos en las batallas de la reciente guerra carlista española.
La autora de tan peculiar idea, había sido la Hermana Sor Ethel Sifuentes, una religiosa de cuarenta y cinco años que cumplía funciones de enfermera en el ya mencionado Hospicio. Sor Ethel había notado el mal talante, la ansiedad y la atmósfera saturada de testosterona en el pabellón de heridos del hospital. Decidió entonces poner manos a la obra y comenzó junto a algunas hermanas a "pajillear" a los robustos y viriles soldados sin hacer distingos de grado. Desde entonces, tanto a soldados como a oficiales, les tocaba su "pajilla" diaria. Los resultados fueron inmediatos.
El clima emocional cambió radicalmente en el pabellón y los temperamentales hombres de armas volvieron a departir cortésmente entre sí, aún cuando en muchos casos, hubiesen militado en bandos opuestos.
Al núcleo fundacional de hermanitas pajilleras, se sumaron voluntarias seculares, atraídas por el deseo de prestar tan abnegado servicio. A estas voluntarias, se les impuso (a fin de resguardar el pudor y las buenas costumbres) el uso estricto de un uniforme: una holgada hopalanda que ocultaba las formas femeniles y un velo de lino que embozaba el rostro.
El éxito rotundo, se tradujo en la proliferación de diversos cuerpos de pajilleras por todo el territorio nacional, agrupadas bajo distintas > asociaciones y modalidades. Surgieron de esta suerte, el Cuerpo de Palilleras de La Reina, Las Pajilleras del Socorro de Huelva, Las Esclavas de la Pajilla del Corazón de María y ya entrado el siglo XX, las Pajilleras de la Pasionaria que tanto auxilio habrían de brindarle a las tropas de la República.
Mi prima esta necesitando votos para salir en una revista, por favor no se si podran votar por ella. es en esta pagina: http://ladysoft.pe/chicaportada/galeria.php y su nombre es NAOMI HERRERA, no te digo numero porqe varia con cada voto, pero por lo pronto esta en la primera pagina, pueden votar 1 vez x dia creo, porfavor.. si puedes decirle a las chicas se los agradeceria miles, siempre me apoyan en estas cosas, besos para todas :) las qiero, y disculpen las molestias hasta verguenza me da :) besos para ustedes. las quiero
El cantautor, político y escritor José Antonio Labordeta ha muerto este domingo en Zaragoza a la edad de 75 años tras una larga enfermedad, según informaron fuentes de la Chunta Aragonesista (CHA), con el que el también llamado "El Abuelo" fue diputado en el Congreso durante dos legislaturas (de 2002 a 2008).
Labordeta falleció en torno a la una de esta madrugada en el Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa al que fue trasladado esta misma semana al agravarse su estado de salud, que lo tenía postrado en su casa desde hace varios meses.
"Con profunda tristeza comunico que José Antonio Labordeta ha fallecido hace unos minutos", ha informado CHA de la muerte de Labordeta, al que se le diagnosticó en 2006 un cáncer de próstata mientras ocupaba su escaño en el Congreso de los Diputados. "Los hombres y mujeres de Chunta Aragonesista (CHA) expresamos nuestra más profunda tristeza ante la muerte de nuestro compañero José Antonio Labordeta y transmitimos nuestro apoyo y cariño a su familia en estos momentos tan difíciles", informó CHA mediante un comunicado.
Socarrón y descreído, tuvo un hueco destacado en los informativos de todo el país en marzo de 2003 cuando, en un debate con el entonces ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, mandó literalmente "a la mierda" a la bancada popular, que le impedía hablar y se burlaba de él, con referencias despectivas a su participación en el programa de TVE Un país en la mochila, una serie de reportajes en los que Labordeta mostró aspectos íntimos y poco conocidos de diferentes pueblos de España.
Labordeta presentó en mayo pasado el último libro que escribió, Regular, gracias a Dios, una obra marcada por el cáncer de próstata que le detectaron, en el que expresa su gratitud a su familia, a los amigos y los sanitarios que le atendieron en esta etapa. Se trata de un texto escrito "a tajos", y el título lo extrajo de una frase acuñada por un compañero marroquí del hospital. "Es la explicación menos dolorosa y más ajustada que he encontrado para responder a todos los que se interesan por mi mermada salud", decía Labordeta. Siempre rodeado de buenos amigos y por su familia, desde octubre del año pasado su salud había empeorado y había tenido que ser hospitalizado en alguna ocasión, momentos en los que estuvo arropado por su esposa Juana de Grandes, sobrina del general Muñoz Grandes, y sus tres hijas Ana, Ángela y Paula.
El último acto público que protagonizó se produjo fue el pasado día 6 de septiembre, cuando los ministros de Defensa, Carme Chacón, y Educación, Angel Gabilondo, le entregaron en su casa la Gran Cruz de la Orden Civil Alfonso X El Sabio. Un reconocimiento que el Gobierno le concedió por su sabiduría, su pasión, sus convicciones y su defensa de la libertad y el pueblo -motivos por los que también le otorgó la medalla al Trabajo-.
Nacido en Zaragoza el 10 de marzo de 1935, Labordeta se dedicó inicialmente a la docencia en la Enseñanza Media y, a lo largo de varias décadas, también a la música, la política y la televisión. Su carrera musical comenzó en 1974 con el álbum Cantar y callar y pronto fue reconocido como una de las voces comprometidas con la democracia al final de la dictadura franquista. Llegó a la canción por poeta, por deseo de dar mayor audiencia a sus versos, consiguió que algunas de sus canciones, como El canto a la libertad, Banderas rotas o La albada, se convirtieran en himnos de una tierra, Aragón, a la que cantó con melancolía.
Quiero compartir contigo y con el resto de cotorras y cotorros, una Historia que me gustaría escribiéramos entre todas/ os.
Hoy la he comenzado yo, la publique en el blog y ahora os toca a ustedes continuarla como creáis conveniente hacerlo. Yo publicaré todos los días las entradas que me lleguen al correo con situaciones alternativas si así fuera necesario, por que cada una de las personas que escriban, lo harán de manera subjetiva e independiente.
Con cada publicación, aparecerá el nombre de aquella persona que escribió la consecuencia de la historia... todos seremos así, protagonistas de la misma, cumplimentando entre todos un precioso libro al que me he permitido el lujo de llamar... LOS VERSOS DE SULEM.
Me gustaría que publicaras este escrito en tu blog y que todas/ os, os animarais a participar.
Os espero cada día en el universo cognocible. Sulem os espera también.
Besos y achuchones a montones... y recuerda mi querida... QUE TE ADORO¡¡
http://elequilibriodedos.blogspot.com/
Alrededor de las 4 decidimos darnos un baño en una de las piscinas y subir a la habitación para cambiarnos y tomar un carcadé, ¡cómo no! A las 5 y media nos llamó nuestro guía y amigo ya Abdou. El día anterior le comenté que quería conseguir un teclado en árabe y me habló de la posibilidad de parar en una tienda al día siguiente después de bucear pero tenía dudas de que el Ramadán, el mes del ayuno musulmán, acabara ese día y entonces las tiendas estarían cerradas por la fiesta del fin del ayuno, Aid el-Fikhr así que me lo había comprado y, en un gesto de la amabilidad egipcia lo trajo hasta el hotel (a 20km de Hurghada)
En este punto tengo que decir que hay dos Egipto, el turístico y el real. Alrededor del turismo se forma un circo para contentar a unos turistas que, para ellos, vienen a sacar todo lo que pueden de Egipto pero ni aportan, ni quieren conocer realmente a su pueblo y al mismo tiempo ellos intentan sacar de los turistas todo lo que pueden. Por otro lado, el de la gente sencilla y amable, que si te molestas en conocer te cautiva.
Después de la cena y en un hotel en el que éramos los únicos españoles (hay que decir que está lleno de rusos, italianos y alemanes y me voy a abstener de comentar la pinta que tenían las rusas por educación) nos dirigimos a la terraza para tomar un refresco y escuchar música de jazz.
Al día siguiente habíamos quedado con Abdou y dos compañeros del otro hotel para ir mar adentro a hacer snorkel. La gran ventaja del Mar Rojo es que se puede disfrutar de las bellezas de sus arrecifes de coral con unas simples gafas, un par de aletas y un tubo. Tras más o menos una hora de navegación llegamos a un atolón coralino. No hacía falta botella porque había poca profundidad. El espectáculo era increíble. Cientos de peces de todos los tamaños y colores jugueteaban entre los corales. Nunca había pasado tanto tiempo en el agua, se me pasó el tiempo volando. A bordo nos ofrecieron una comida ligera y Abdou preparó un té. Es un joven culto y agradable con muchas ganas de conocer cosas. Hablamos mucho, el preguntaba sobre un tema y yo sobre otro. El pobre seguía de ramadán y no podía beber y sus labios y garganta estaban resecos.
Realizamos una segunda inmersión en la tarde. Ahora el agua estaba un poco más movida porque había subido la marea pero igualmente fue delicioso. Pasada una hora volvimos al barco y regresamos a puerto y de ahí al hotel.
Tras la cena dimos un paseo por la playa y el puente sobre el mar y nos despedimos de él y de ese cielo plagado de estrellas.
Al día siguiente volábamos a El Cairo y de ahí a Madrid. Ahora escribo todo lo que recuerdo y miro las fotos y les pongo título por miedo a olvidar un solo detalle. He estado en otros lugares de la antigüedad, pero ninguno me ha marcado como Egipto. Y es que la magia de los antiguos dioses aún está presente allí, Egipto tiene magia.
Sé que volveré algún día, con mi hija, a la que le entusiasma tanto como a mí, cuando sea mayor. Mientras tanto conservaré en mi memoria todo lo que vi, oí y sentí: la humedad del Nilo y del Mar Rojo, la belleza de sus templos, el sonido del viento en Abu Simbel, los aromas de esencias y especias y, sobre todo, la sonrisa y la mirada de la gente. Sin duda alguna, Egipto es hermoso.
Este matrimonio trajo al mundo, aparte de a Hatshepsut, al menos a otros tres niños. Además de sus hermanos de padre y madre, Hatshepsut tuvo que tener otros medio-hermanos, fruto de las relaciones de su padre con esposas secundarias y concubinas. Del único del que nos han llegado datos es de quien más tarde reinaría como Tutmosis II.
El padre de Hatshepsut, Tutmosis I, había logrado expandir el Imperio egipcio de manera nunca antes vista en tan sólo trece años de reinado. A la muerte, algo temprana, de Tutmosis I, Hatshepsut era la mejor situada para sucederle en el trono, pues sus hermanos varones ya habían muerto. Es posible que incluso el propio Tutmosis I tratase en vida de asociar a su hija al trono, como así lo demuestra que la nombrase Heredera. Sin embargo, sus deseos fueron incumplidos, pues al parecer una conjura palaciega encabezada por el chaty y arquitecto real, el poderoso Ineni consiguió sentar en el trono a Tutmosis II, nacido de una esposa secundaria. Hatshepsut tuvo que soportar convertirse en la Gran Esposa Real de su hermanastro, y se cree que este fue un duro golpe a su orgullo.
La joven reina era descendiente directa de los grandes faraones libertadores de los hicsos y además tenía el importantísimo título de Esposa del dios, lo que la hacía portadora de la sangre sagrada de la reina Nefertari. Es lógico que su orgullo fuera inmenso, y que no soportase muy bien la idea de supeditarse a su marido. Así, no es de extrañar que mientras su débil y blando esposo ceñía la doble corona, Hatshepsut comenzara a rodearse de un círculo de adeptos que no dejaron de crecer en poder e influencias: entre ellos destacamos sobre todo a Hapuseneb y a Senenmut.
Tutmosis II tuvo un reinado muy breve, y murió en plena juventud cuando sus dos únicos hijos conocidos aún estaban en la primera infancia. Como había pasado en la generación anterior, la gran esposa real Hatshepsut no había traído al mundo un varón, sino una niña, por lo que volvió a abrirse una crisis sucesoria. Una vez más, Ineni consiguió que la nobleza aceptara como único candidato factible a un hijo de Tutmosis II y de una simple concubina, que sería nombrado rey como Tutmosis III. No obstante, la reina viuda Hatshepsut no quería que la historia se repitiera por segunda vez, y lo cierto es que la modificó considerablemente.
Dado que Tutmosis III era demasiado pequeño para gobernar, la gran esposa real de Tutmosis II asumió la regencia y pospuso indefinidamente el matrimonio entre el nuevo rey y su hija, la princesa real Neferura, única persona que podría legitimar su ascenso al poder absoluto. La situación no era rara: hubo muchos casos de regencia a lo largo de la historia egipcia, aunque nunca de una mujer a la que no la unía ningún lazo sanguíneo con el rey.
Durante los primeros años de reinado de Tutmosis III, Hatshepsut estuvo preparando minuciosamente un "golpe de Estado" que revolucionaría a la tradicional sociedad egipcia. Alejó para siempre de la escena política a Ineni, y elevó a sus fieles Hapuseneb y Senenmut a los más altos cargos. Parece ser que la figura política más importante de la época fue Hapuseneb, quien unió para sí los cargos de visir y de sumo sacerdote de Amón. Con unos aliados tan poderosos, Hatshepsut tenía ahora los medios y el apoyo suficientes para sorprender al mundo.
Cuando se vio lo suficientemente fuerte, la hasta entonces gran esposa real y esposa del dios, Hatshepsut, en presencia del faraón Tutmosis III, se autoproclamó también faraón de las Dos Tierras y primogénita de Amón, con el beneplácito de los sacerdotes, encabezados por Hapuseneb. El golpe de efecto fue magistral, y el inexperto Tutmosis III no pudo hacer otra cosa más que admitir la superioridad de su tía y madrastra. Hatshepsut se había convertido en la tercera reina-faraón conocida en la historia egipcia.
Hatshepsut asumió todos los atributos masculinos de su cargo (excepto el título de "Toro poderoso"), haciéndose representar a partir de entonces como un hombre y tocándose de barba postiza. Estableció una insólita corregencia con su sobrino, aunque hubo un clarísimo predominio de la primera sobre el segundo, hasta tal extremo de colocarlo en un segundo plano impropio del papel futuro que tendría Tutmosis III en la historia.
Aun así, no se puede ver de ninguna forma a Hatshepsut como una usurpadora, ya que en ese caso, Hatshepsut habría eliminado con total facilidad a sus adversarios o se habría producido una guerra civil. Tutmosis III no estuvo encerrado en palacio, ni tampoco Hatshepsut evitó hacer mención alguna a su existencia. La sociedad de entonces asumió sin problemas la nueva situación, y Hatshepsut gozó de uno de los reinados más prósperos de toda la historia egipcia, gracias también al apoyo recibido por Hapuseneb y Senenmut, auténticos gobernantes en la sombra
A raíz de la finalización del templo de Deir el-Bahari, sobre el año 15-16 de reinado, cuando la estrella de Hatshepsut comenzó a menguar a favor de la de Tutmosis III. El rey era un joven que cada vez ansiaba más el poder, y a cualquier precio. Así, no es de extrañar que en apenas un año murieran los dos principales sustentos de la reina y sus más grandes apoyos, Hapuseneb y Senenmut. Y por si no fuera poco, poco después murió la gran esperanza, el arma secreta de la reina, la princesa Neferura.
Los golpes que sufrió Hatshepsut en torno al año 16 de su reinado fueron tan grandes que a partir de entonces la reina se retiró parcialmente del cargo y el otro rey, Tutmosis III, comenzó a tomar las riendas del gobierno. Al parecer, la ambición de Hatshepsut era aún más grande y no estaba satisfecha con ser ella sola "faraón", sino que se proponía inaugurar una auténtica dinastía femenina de reyes, y por esa razón declaró "Heredera" a su amada hija Neferura. La muerte de la princesa fue tan repentina y favorable a Tutmosis III que hay quien piensa que fue intencionada, y que consiguió su objetivo: derrumbar a la reina-faraón.
Hatshepsut acabó por morir en su palacio de Tebas tras un largo reinado de 22 años, abandonada por todos. Se ignora la edad de su muerte, pero suponemos que debería oscilar entre los cuarenta y los cincuenta años. Hasta ahora no se sabía cómo murió exactamente, si fue muerte natural o durante un golpe de estado liderado por su hijastro, pero hay que decir que Tutmosis III era virtualmente el único rey, y que Hatshepsut se había retirado de la lucha. Su tumba definitiva se encuentra en el Valle de los Reyes.
A su muerte, Tutmosis III se convertiría en un gran faraón, que, emulando a su abuelo Tutmosis I, realizó numerosas campañas y ascendió a Egipto al rango de superpotencia mundial. Pero jamás lo habría logrado sin la preparación a la que lo sometió su colosal tía-madrastra. Nunca le perdonó haber asumido el trono: borró su nombre y el de Senenmut de los anales e hizo suyo el hermoso templo de Deir el-Bahari, y simuló que su reinado era continuación del de su padre, obviando el de Hatshepsut. Mas, pese a esta terrible acción -que condenaba a la reina-faraón a la muerte y el olvido eternos-, la gran personalidad de Hatsehpsut, la mujer que más tiempo estuvo sentada en el trono de los faraones, ha sobrevivido a su castigo y aún hoy sigue cautivándonos desde más de tres mil años de historia.
Después fuimos al Valle de los Artesanos conocido como Deir el-Medina donde se observan las ruinas de una gran ciudad. Allí vivían artesanos que construían las tumbas de los faraones y visitamos una tumba de un artesano. A falta de dinero para construir grandes excavaciones construían pequeñas tumbas que decoraban profusamente con bellos colores y que gracias a que no eran interesantes para los ladrones se conservan en un estado impecable.
A continuación nos dirigimos al Templo Funerario de Ramses III conocido por Madinat Habuy y que se compone de 2 pilonos, 2 patios y 3 salas hipóstilas, además de un embarcadero y un canal que lo unía con el Nilo, destinado a llevar a cabo las procesiones religiosas en barco del dios. A pesar de los numerosos lugares que hemos visitado no dejo de sorprenderme ante la grandiosidad de estos monumentos y la magia que transmiten.
Más tarde nos dirigimos al Templo Funerario de la Reina Hatshepsut conocido por Deir el-Bahari. Esta reina merece que contemos su historia ya que durante su reinado que duró 23 años no hubo ni una sóla guerra en Egipto, sólo 6 pequeñas escaramuzas. Su sucesor y hay quien dice su asesino, trató de borrarla de la historia, destruyendo sus imágenes y los cartuchos jeroglíficos en los que aparecía su nombre pero, por suerte, no lo logró. La reina fue enterrada en el Valle de los Reyes.
De camino de regreso a la ribera oriental nos encontramos con los Colosos de Memnón, dos gigantescas estatuas de piedra que representan al faraón Amenhotep III situadas en la ribera occidental del Nilo. Son los únicos restos visibles del templo funerario de este faraón. Las estatuas de 18 metros de altura presidian la entrada monumental del templo y fueron talladas sobre bloques traídos expresamente desde Gebel el Ahmar por orden del arquitecto del templo.
Para descansar un poco nos llevaron a una fábrica de alabastro. Allí nos explicaron la forma artesanal de trabajarlo. Cómo a partir de un bloque macizo que era enterrado en el suelo y al que se hacía el agujero central girando una manivela con una especie de cuchillo a su fin se le iba dando forma y una vez conseguido se metía en un horno hasta conseguir que la luz pasara a su través.
A continuación regresamos a la orilla oriental y visitamos el templos de Karnak Este complejo arquitectónico es el centro religioso conocido más antiguo del mundo. El Templo de Karnak es el más grande del mundo que exhibe monumentos que datan desde el Imperio Medio (s.XXI a.C.) hasta la época de los romanos (s.VII d.C.). El templo principal estaba dedicado al culto del dios Amón, pero como en otros templos egipcios también se veneraba a otras divinidades.
El complejo de templos de Karnak lo componen: el gran templo deAmón (dios principal), el recinto de Montu (dios de la guerra), el recinto de Mut (diosa madre), el templo de Jonsu (protector de los enfermos y que representaba la fertilidad de la Tierra, el poder germinador, y los nacimientos) , el templo de Opet (diosa de la fertilidad, protectora de las embarazadas), y el templo de Ptah (maestro constructor). Existía también un lago sagrado, numerosos templetes y capillas de menor tamaño, y múltiples estancias y almacenes situados dentro de los muros que circundaban el recinto principal. La diferencia principal entre el templo de Amón en Karnak y la mayoría de los templos egipcios es el tiempo y esfuerzo empleados en su construcción y posteriores ampliaciones. Unos treinta faraones contribuyeron con sus edificaciones convirtiendo al complejo en un conjunto, que por su tamaño (unas treinta hectáreas), no se había conocido jamás.
Ya exhaustos fuimos a una fábrica de esencias de perfumes donde nos ofrecieron un karkadé helado y masajes. Nos explicaron la elaboración de esencias y nos ofrecieron distintos tipos de ellas, tanto las que son base de perfumes como las utilizadas medicinalmente. Una sóla gota de esencia y el perfume dura durante todo el día.
En la tarde viajamos en autobús a Hurghada, Gurdaqa en árabe. El camino lo hicimos ya sólo 6 del grupo, el resto regresaba a España. Nuestro conductor sólo hablaba cuatro palabras de inglés. A medio camino, en medio de la nada, paramos en un local para tomar unos refrescos y comer alguna cosa. Un grupo de niñas se nos acercaba con su burrito y una cabrilla, no pedían nada, sólo miraban. Les dimos unas libras y unas de Pringles y se sentaron felices a comerlas junto a otras niñas. ¡Qué poco cuesta hacerles felices!
Por fin llegamos a Hurghada. Nos quedamos en nuestro hotel, donde fuimos recibidos por nuestro nuevo guía Abdou y los otros cuatro siguieron hacia otro hotel. El hotel era magnífico, a orillas del Mar Rojo, con varias piscinas y restaurantes y por las noches en un templete actuaban músicos de jazz. Esa noche estábamos agotados así que nos fuimos a descansar, queríamos estar bien activos para disfrutar de ese mar.
Iniciamos la navegación hacia Kom Ombo. Allí visitamos su Templo dedicado a los dioses Sobek, con cabeza de cocodrilo, y Horus, con cabeza de halcón. Con el paso de los años, a la gente de este pueblo no les gustaba ser asociada a un dios que representa el mal (Sobek), por eso le agregaron otro dios, Horus, como hermano suyo y socio en el culto del templo. Cuenta la leyenda que Sobek, el hermano malvado, maquinaba contra su hermano Horus y la población al ver a su dios amado abandonar el pueblo también partió hasta dejar el pueblo completamente desierto.
Tengo que deciros que nuestro guía en el viaje, Walid, para distinguirnos como grupo cuando íbamos de visita nos puso el nombre de cocodrilos así que de vez en cuando se oía en voz alta: "por aquí cocodrilos". Walid resultó ser un guía de lo más instructivo. Había estudiado egiptología en El Cairo y controlaba mucho el tema (en el grupo había dos profesores de historia del arte que lo confirmaron) así que no se limitaba a decirnos este es el dios tal y este el dios cual sino que nos enseñaba a distinguirlos. También nos enseñó como saber si un cartucho lleva el nombre de un faraón o de un dios, a distinguir la época egipcia de la greco-romana o a saber si una estatua representaba a un dios, un faraón muerto o un faraón vivo. Incluso de vez en cuando se paraba en una fachada y nos hacía pequeños exámenes a ver si llevábamos aprendida la lección.
También deciros que tienen preparada la visita a los lugares históricos de manera que para salir tienes que pasar obligatoriamente por una zona de tiendas, en las que si te paras estás perdido porque te agobian mucho para que compres. A tal punto llegó el agobio que en un momento dado Fran gritó: ¡espartanos, auuu! Como el la película de 300 y contestamos todos a coro Auuuu y nos agrupamos y salíamos rápido de la zona.
En la noche tuvimos una fiesta folcklórica en la que todos fuimos vestidos con chilabas, la comida fue deliciosa y después hubo baile y juegos.
Continuamos el viaje hacia Edfu para visitar su Templo dedicado al Dios Horus. Es el templo mejor conservado de Egipto y el más importante después del de Karnak. Mide 137 metros de longitud por 79 de ancho y 36 de altura, y representa la típica construcción de los templos con el pilono, el patio, 2 salas hipóstilas, una cámara de ofrendas, la sala central y el santuario. Es característica la iluminación del templo, con habitaciones cada vez más pequeñas que impedían el paso de la luz gradualmente hasta llegar al oscuro santuario, que recibe la iluminación sólo desde el eje. Está rodeado de una muralla de adobe y en él los jeroglíficos están muy profundamente grabados, como si el faraón tuviese miedo de que el tiempo los borrase.
Después continuamos navegando hacia Esna para intentar llegar pronto a Luxor, que pertenecía a la antigua Tebas. Durante el viaje disfrutamos de la piscina del barco. Pasando una de las esclusas del río que permiten remontarlo tuvimos un problema en uno de los motores y tuvimos que disminuir la velocidad por lo que llegamos muy tarde pero eso nos dio la oportunidad de visitar el Templo de Luxor de noche. Luxor es una ciudad occidentalizada, limpia y moderna, nada que ver con Idfu que resulta bastante inquietante y cuyos habitantes tienen un aspecto desaliñado y sucio
El templo de Luxor, fue realizado durante el Imperio Nuevo y estaba unido al templo de Karnak mediante una avenida flanqueada por esfinges que cuando llegabas a Karnak se transformaban en carneros. Fue construido por dos faraones fundamentalmente, Amenothep III (construyó la zona interior) y Ramses II, que finalizó el templo. También otros faraones contribuyeron al embellecimiento del recinto con decoraciones, construcciones menores, bajorrelieves y otros cambios, como Akhenaton, Tutankamon e incluso Alejandro Magno que de esa forma intentaba ganarse el cariño de los egipcios. Se trata del único templo que posee monumentos de las eras faraónica, grecorromana, copta y musulmana.
En su entrada hay estatuas sedentes de Ramsés II y el templo tenía dos grandes obeliscos, situados a cada lado de la puerta de entrada (uno fue trasladado y erigido en la Plaza de la Concordia de París en 1833), y dos grandes estatuas sedentes, ante los pilonos, del monarca Ramsés II.
El patio es enorme, con una zona de columnas, atrio, sala hipóstila, salas de Mut (diosa madre y diosa del cielo), Jonsu (dios de la luna protector de los enfermos), y Amón o Amón-Ra (símbolo del poder creador), juntos los tres formaban la tríada protectora de Tebas, también una cámara del nacimiento o Mamissi, sala de ofrendas, vestíbulo, santuario de la barca y varios santuarios.
En la zona nordeste del primer patio se construyó siglos atrás una pequeña mezquita cuando el templo estaba cubierto por las arenas y que aún se utiliza en la actualidad, perpetuándose el carácter religioso del lugar. Cuando el templo fue descubierto se le tuvo que abrir una nueva puerta ya que la antigua quedó a varios metros de altura.
En la noche nos ofrecieron un espectáculo con una bailarina de danza del vientre y la danza de un derviche girador, llamado así porque tienen una ceremonia de danza-meditación, llamada Sema, que consiste en una danza masculina acompañada por música de flauta y tambores. Los bailarines, giran sobre sí mismos con los brazos extendidos, simbolizando "la ascendencia espiritual hacía la verdad, acompañados por el amor y liberados totalmente del ego".
Hasta dentro de unos días no puedo poneros fotos de estos lugares salvo una vista nocturna desde el barco ya que Fran se ha llevado la cámara antes de que las descargara. Un poco de paciencia amigos y, mientras tanto, a usar la imaginación. Mañana, el Valle de los Reyes.
Muy de madrugada nos dirigimos al aeropuerto para volar a Assuan. La presa fue construida para regular las aguas del Nilo. Es una obra grandiosa que merece una visita. La que nosotros llamamos presa de Assuan es en realidad llamada por los egipcios la presa de Nasser ya que hay otra presa menor y más antigua que es realmente la de Assuan.
Después cogimos una chalupa para ir hacia el Templo de Philae, dedicado a la diosa Isis (su diosa del amor), y situado en la Isla de Agilika después de haber sido trasladado al igual que otros templos para evitar su pérdida al ser inundadas sus localizaciones debido a la construcción de la presa del Nilo. Es hermoso. Os cuento la leyenda.
El templo de Philae es uno de los cuatro templos y lugares donde suceden los acontecimientos de la Leyenda de Isis, Osiris y Horus. De los Hijos del dios Ra, el aire y la Humedad (Shu y Tefnut), nacieron dos divinidades que eran (Geb, el dios de la tierra) y Nut (la diosa del cielo). Estos dos engendraron cuatro hijos, Osiris, Isis, Seth y Nefthis. Osiris y sus hermanas Isis y Nefthis representaban el bien, mientras Seth representaba el mal. Osiris, al ser hijo mayor y favorito de los dioses, reinaba en la tierra, enseñando a los humanos, la agricultura, la escritura y la civilización. Mientras su Hermano Seth, se revolvía de envidia. Seth maquinó para asesinar a su hermano y gobernar sobre Egipto.
Seth construyó un sarcófago de oro y reunió a la nobleza y les dijo que se lo regalaría a quien le quedara perfecto, Osiris entró y Seth cerró la tapa y lo arrojó al Nilo. Isis angustiada recurrió a Nefthis que era maga y ambas se convirtieron en hembras de halcón que localizaron el ataud y la fiel esposa Isis resucitó a su marido en Abydos, primer templo de la historia, y ahí concibió a su hijo Horus que tiene forma de halcón debido a que su madre tenía esa forma cuando se unió a Osiris.
Isis tuvo que refugiarse en la isla de Philae, segundo templo de la historia, para proteger y criar a su hijo. Horus creció, desafió a su tío y le venció en Edfu, tercer templo de la historia. Horus reinó sobre Egipto y fue dios sobre la tierra, se casó con la diosa Hathor (protectora de la maternidad y la música) cuya morada estaba en Dendera, cuarto templo de la historia.
Osiris fue asesinado por segunda vez y hay otra leyenda... pero esa es otra historia.
Más tarde nos dirigimos a la cantera de granito donde se encuentra el Obelisco Inacabado que pretendía ser uno de los más altos pero sufrió una fisura y lo dejaron en el lugar. Gracias a ello hemos podido ver como era tallado mediante cuñas de madera que se empapaban de agua y posteriormente era trasladado e izado mediante cuerdas.
Un autobús, que por cierto se estropeó en el desierto y nos tuvo que recoger otro autobús (allí viajan en caravanas para evitar problemas), nos llevó a nuestra siguiente etapa, losTemplos de Abu Simbel. El templo mayor de Abu Simbel está considerado como uno de los más bellos de todos los edificados durante el reinado de Ramsés II y uno de los más hermosos de Egipto. Su fachada tiene 33 metros de altura y 38 metros de ancho y está custodiado por cuatro colosales estatuas sentadas, cada una de las cuales mide unos 20 metros de altura que fueron esculpidas directamente sobre la roca. Todas las estatuas representan a Ramsés II, sentado en un trono con la doble corona del Alto y Bajo Egipto. Una particularidad de este Templo es la siguiente: el sol entraba dos veces al año a su interior, a su santo santuario, justamente el día de su nacimiento y el día de su coronación. Cuando el templo fue trasladado erraron en un día y los días cambiaron de ser los 21 de octubre y febrero a ser los 22. Al entrar la luz en el templo iluminaba a los dioses Amon, Ra y Ramsés (este ultimo era el faraón que se decía a sí mismo que era un dios) pero dejaba en oscuridad al dios Ptah el dios de la oscuridad. A su lado se encuentra el templo de Nefertari, su esposa preferida, que a pesar de ser de menor tamaño es igualmente hermoso.
Tras la visita volvimos al hotel que tenía piscina así que aprovechamos para relajarnos, aunque entrada la noche volvimos a Abu Simbel ya que teníamos entradas para ver un espectáculo de luz de sonido en el que la pantalla son las montañas talladas con los templos y en las que se nos cuenta parte de la historia antigua de Egipto. Si hermoso es de día no puedo explicaros lo que se siente en la noche, iluminado con luces doradas y con el susurro del viento en los oídos.
Soñando con dioses y faraones nos fuimos a descansar, al día siguiente volvíamos a Assuán para coger el crucero por el Nilo.
Al amanecer me asomo a la ventana y miro con curiosidad. Todos los edificios parecen a medio hacer, pregunto al guía y me dice que es costumbre que el padre empiece la casa y al casarse su hijo se quede a vivir con él en la siguiente planta. Sólo una de las fachadas está enyesada y pintada, el resto la dejan en ladrillo. No hay servicio de recogida de basuras y hay zonas que presentan un aspecto lamentable.
Nuestra primera excursión es a las pirámides y la esfinge. Siempre lo había imaginado en pleno desierto pero está en el límite de la ciudad, te das la vuelta y hay un Pizza Hut. Son grandiosas, todos las conocemos por sus nombres griegos, Keops, Kefren y Micerinos pero sus verdaderos nombres son Hofu, Hafra y Min-kau-ra. A su lado la esfinge parece pequeña y nos mira con su rostro dulce.
Para descansar fuimos al Museo del papiro, donde elaboran réplicas antiguas siguiendo métodos artesanales y donde nos invitaron a una bebida típica, el carcadé, que puede beberse frío o caliente y al que nos hemos hecho adictos y que se hace con la flor del hibisco.
Por la tarde fuimos al Museo del Cairo, colosal, abarrotado de maravillas pero tristemente poco cuidado. La zona más protegida es la sala que protege el ajuar funerario del joven faraón Tutankhamon. Cuando ves su máscara sus ojos parecen aún mirarte, tan hermosos...
También visitamos la fortaleza de Saladino y su espectacular mezquita. Lámparas de cristal cuelgan del techo y, entre arabescos, en él vemos los nombres de los sucesores del profeta Mohamad. El suelo está tapizado de alfombras y en la zona superior hay un balcón para las mujeres. Afuera, un hermoso patio con una fuente antiguamente utilizada para las abluciones (antes de rezar un musulmán debe lavar en líneas generales cabeza, brazos hasta el codo y piernas hasta las rodillas). Los zapatos se dejan en la puerta, nunca falta ninguno.
Durante el tiempo que resta nos adentramos en el Khan al-khalili, una locura de callejuelas estrechas abarrotadas de pequeñas tiendas que venden cualquier cosa que se te pueda ocurrir. Indispensable ser un buen regateador.
En la noche nos fuimos a cenar solos por la ciudad, recatadamente vestidos y acabamos en un Mac Donald jajaja, el Mac Arabia está delicioso.
Nos acostamos prontito porque debido al calor todo se hace muy pronto de mañana y al día siguiente nos dirigíamos hacia Abu Simbel. Pero esta ya es otra historia. Mañana más jejeje. Para los incrédulos pongo la foto del Pizza Hut visto desde los pies de la Esfinge.