Como sabéis mi viaje de novios fue a Egipto y os quiero contar lo que vi.
Llegamos a El Cairo entrada la noche. Es una megaciudad con 25 millones de personas que forman un caos organizado. Me explico, por ejemplo, apenas hay semáforos y no hay carriles, cada uno va por donde quiere, pero no hay prácticamente accidentes y no se pitan unos a otros. A pesar de esta anarquía, todo sucede con puntualidad. Desde el hotel apenas veíamos luces, destacaban sólo los minaretes de las mezquitas, adornados como en Navidad y, a su lado, las torres de las catedrales (el 20% de los egipcios son ortodoxos). Una cosa a destacar, tanto musulmanas como cristianas llevan velo ya que no es considerado un elemento religioso sino cultural.
Al amanecer me asomo a la ventana y miro con curiosidad. Todos los edificios parecen a medio hacer, pregunto al guía y me dice que es costumbre que el padre empiece la casa y al casarse su hijo se quede a vivir con él en la siguiente planta. Sólo una de las fachadas está enyesada y pintada, el resto la dejan en ladrillo. No hay servicio de recogida de basuras y hay zonas que presentan un aspecto lamentable.
Nuestra primera excursión es a las pirámides y la esfinge. Siempre lo había imaginado en pleno desierto pero está en el límite de la ciudad, te das la vuelta y hay un Pizza Hut. Son grandiosas, todos las conocemos por sus nombres griegos, Keops, Kefren y Micerinos pero sus verdaderos nombres son Hofu, Hafra y Min-kau-ra. A su lado la esfinge parece pequeña y nos mira con su rostro dulce.
Para descansar fuimos al Museo del papiro, donde elaboran réplicas antiguas siguiendo métodos artesanales y donde nos invitaron a una bebida típica, el carcadé, que puede beberse frío o caliente y al que nos hemos hecho adictos y que se hace con la flor del hibisco.
Por la tarde fuimos al Museo del Cairo, colosal, abarrotado de maravillas pero tristemente poco cuidado. La zona más protegida es la sala que protege el ajuar funerario del joven faraón Tutankhamon. Cuando ves su máscara sus ojos parecen aún mirarte, tan hermosos...
También visitamos la fortaleza de Saladino y su espectacular mezquita. Lámparas de cristal cuelgan del techo y, entre arabescos, en él vemos los nombres de los sucesores del profeta Mohamad. El suelo está tapizado de alfombras y en la zona superior hay un balcón para las mujeres. Afuera, un hermoso patio con una fuente antiguamente utilizada para las abluciones (antes de rezar un musulmán debe lavar en líneas generales cabeza, brazos hasta el codo y piernas hasta las rodillas). Los zapatos se dejan en la puerta, nunca falta ninguno.
Durante el tiempo que resta nos adentramos en el Khan al-khalili, una locura de callejuelas estrechas abarrotadas de pequeñas tiendas que venden cualquier cosa que se te pueda ocurrir. Indispensable ser un buen regateador.
En la noche nos fuimos a cenar solos por la ciudad, recatadamente vestidos y acabamos en un Mac Donald jajaja, el Mac Arabia está delicioso.
Nos acostamos prontito porque debido al calor todo se hace muy pronto de mañana y al día siguiente nos dirigíamos hacia Abu Simbel. Pero esta ya es otra historia. Mañana más jejeje. Para los incrédulos pongo la foto del Pizza Hut visto desde los pies de la Esfinge.
Al amanecer me asomo a la ventana y miro con curiosidad. Todos los edificios parecen a medio hacer, pregunto al guía y me dice que es costumbre que el padre empiece la casa y al casarse su hijo se quede a vivir con él en la siguiente planta. Sólo una de las fachadas está enyesada y pintada, el resto la dejan en ladrillo. No hay servicio de recogida de basuras y hay zonas que presentan un aspecto lamentable.
Nuestra primera excursión es a las pirámides y la esfinge. Siempre lo había imaginado en pleno desierto pero está en el límite de la ciudad, te das la vuelta y hay un Pizza Hut. Son grandiosas, todos las conocemos por sus nombres griegos, Keops, Kefren y Micerinos pero sus verdaderos nombres son Hofu, Hafra y Min-kau-ra. A su lado la esfinge parece pequeña y nos mira con su rostro dulce.
Para descansar fuimos al Museo del papiro, donde elaboran réplicas antiguas siguiendo métodos artesanales y donde nos invitaron a una bebida típica, el carcadé, que puede beberse frío o caliente y al que nos hemos hecho adictos y que se hace con la flor del hibisco.
Por la tarde fuimos al Museo del Cairo, colosal, abarrotado de maravillas pero tristemente poco cuidado. La zona más protegida es la sala que protege el ajuar funerario del joven faraón Tutankhamon. Cuando ves su máscara sus ojos parecen aún mirarte, tan hermosos...
También visitamos la fortaleza de Saladino y su espectacular mezquita. Lámparas de cristal cuelgan del techo y, entre arabescos, en él vemos los nombres de los sucesores del profeta Mohamad. El suelo está tapizado de alfombras y en la zona superior hay un balcón para las mujeres. Afuera, un hermoso patio con una fuente antiguamente utilizada para las abluciones (antes de rezar un musulmán debe lavar en líneas generales cabeza, brazos hasta el codo y piernas hasta las rodillas). Los zapatos se dejan en la puerta, nunca falta ninguno.
Durante el tiempo que resta nos adentramos en el Khan al-khalili, una locura de callejuelas estrechas abarrotadas de pequeñas tiendas que venden cualquier cosa que se te pueda ocurrir. Indispensable ser un buen regateador.
En la noche nos fuimos a cenar solos por la ciudad, recatadamente vestidos y acabamos en un Mac Donald jajaja, el Mac Arabia está delicioso.
Nos acostamos prontito porque debido al calor todo se hace muy pronto de mañana y al día siguiente nos dirigíamos hacia Abu Simbel. Pero esta ya es otra historia. Mañana más jejeje. Para los incrédulos pongo la foto del Pizza Hut visto desde los pies de la Esfinge.
6 comentarios:
yaaaa????? pos me he quedao con las ganas, espero con ansia el próximo capítulo jejeje
Yo sigo con mi envidia jajaja
Que peaso de viaje, sí señora. Pero nos has dejao en ascuas (lo de acabar en el mac donald no tiene nombre jejeje).
Marta !! Muy bueno lo que contas, que interesante !! es mi sueño ir a Egipto, espero la continuacion del viaje. Te felicito guapa, pero eso de terminar en un mac donald... jajaja !! besossss !!.
Marta ! que hermosas fotos y como siempre tu espectacular estilo narrativo que te transporta al leer, es tambien un poco como viajar!! Te extrañamos estos dias y que alegria saber que lo pasaste tan genial ! besos ! ojala tengas tiempo para hacer muuuuuchos capitulos tan interesantes!!
Cuantas maravillas!!! sueño con solo mirarlas en las fotos me imagino las sensaciones que debe provocar estar alli!!! enhorabuena guapa!!!
Marta! haré como que no he leido lo del mac arabia, y continuare siendo tu amiga ok.... pero solo por esta vez jajaja. Y una cosa la foto del Kentucky Fried Chicken no nos la pones? jijiji.
Y ahora ya en serio que fotografias! y no solo de la parte 1, si no del resto (aunque de anecdota solo te he leido la 1)
Como dice gabu, tienes una manera de escribir que nos transportas! deberias de convertirte en ercritora, seria tu lectora fijo. Yo supongo que estando en este sitio, debiste de haber sentido unas energias incribles no? digo, no se si me explique... estos lugares dicen que estan hechos de manera que se mueve mucha energia como en las catedrales digo, tu sentias algo especial?
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