CLUB DE COTORRAS

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Muchas de vosotras ya sabeis la facilidad con la que me ocurren cosas raras. Esta fue una de las primeras que me pasaron, de hecho tenía yo 16-17 años.

Paseábamos un día mi amiga Alicia y yo por el puerto en dirección a casa cuando nos encontramos a un chico vestido de marinero que sólo hablaba alemán y que preguntaba por el Barrio Pesquero. Como era muy difícil explicarle y nos pillaba más o menos de camino decidimos acompañarle.

Allí le esperaba un grupo de marineros de lo más variopinto y una chica alemana que vivía en Santander. Resulta que la marina alemana había atracado en puerto y tenían un acuerdo con pilotos de helicóptero de Malasya y Singapur.

Nos invitaron a visitar los barcos al día siguiente (domingo) y allí fuimos y después de ello dimos un pequeño paseo. Mi amiga habló más con un chico de Singapur y yo con Sabri, de Malasya, que hablaban inglés.

Como nos hicimos fotos en el barco nos pidieron la dirección para mandárnoslas y el lunes partieron hacia Alemania. Efectivamente mandaron las fotos pero cuál no es mi sorpresa cuando unos meses después suena el teléfono y es Sabri que dice que está en Santander y que tiene más fotos para darme. Quedé con él y me dice que ha enseñado mis fotos a sus padres y que les parezco muy bien y que están de acuerdo aunque yo sea cristiana (era musulmán) y que yo me voy con él a Alemania hasta que finalice su periodo allí y que luego nos vamos a Malasya y nos casamos.

Yo con la cara a cuadros y flipando claro sólo se me ocurrió decirle que yo me iba a estudiar la carrera a Salamanca y que para mi eso era lo primero. Y se fue. Yo llamé a la chica alemana y me cuenta que al subir al barco no había hecho más que hablar de mi y de nuestro futuro juntos y cosas así que se lo había contado su amigo alemán.

A partir de entonces todos los meses me mandaba postales preciosas desde su país y pequeños regalos típicos de allí. Y todo esto durante años, incluso después de haberle dicho que me había casado siguió soltero diciéndome que me esperaba.

Os juro que no hubo nada con él y que el pobre me daba mucha penita pero... joer, joer, vaya apuro pasé.

7 comentarios:

Gabu♥ dijo...

jaja..Marta..vos ni enterada y el muchacho ya habia hecho todos los planes !! gracias por contar la historia..siempre te lo digo , me encanta tu forma de narrarlas! Un beso !

dijo...

eres una rompecorazones Marta! romantica historia, que mal lo pasaría el malayo, y tú tan tranquila!!! jejejje

Cec!K¡@ dijo...

Mira vos Marta las pasiones que despertas, eh?? Pobre hombre toda la ilusion que solito se habia armado! Gracias por traernos esta anecdota para compartir! Besos!

Anónimo dijo...

Marta andas por ahi rompìendo corazones pobre chico y tu con la cabeza en otro lado jajajaja gracias por compartirlo con nosotras , mira como aparecen los buenos partidos. Un beso AMIGA

Nat! dijo...

Jaaaaaaaaajajajaj.... pobre... se hizo toda la película el pibe... jajaja. Lo mas chistoso es que hasta los padres te conocían y habían autorizado el matrimonio... nono... y vos ni enterada... pobre...
Me encantan tus historias... hoy se las lei a Mauricio!
Besos!!!

vir dijo...

marta eres auntentica!!!! me necanta leer tus anecdotas!!!. eres una rompecorazones, aver si cuentas el truco ajjaja.
espero ansiosa tu proxima historia.
besos

Lily dijo...

Hola Marta !! que buena historia , pobre malayo, jaja, menos mal que no te casaste con el, sino no te hubieramos conocido ! Un beso !

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